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sábado, 11 de octubre de 2025

Filosofía hispanocéntrica (2)

 

  SUGESTIONES PARA UNA FILOSOFIA HISPANOCENTRICA. ENSAYOS FILOSOFALES HISPANICOS

 Por RAFAEL GIL SERRANO.-

«FILOSOFIA DE LA HISPANIDAD»

 Veíamos cómo mentes preclaras añoraban una filosofía hispánica definitiva. Veíamos también cómo ya, en 1936, el padre Antonio Torró O. F. M., publicaba una «Filosofía de la Hispanidad» (2) que, por cierto, ha sido totalmente olvidada.

 Desde luego, la filosofía del padre Torró es un ensayo interesantísimo que hoy, ante el retroceso que están experimentando los valores patrios, convendría ser leída por muchos. Sin embargo, no es la filosofía definitiva de LA HISPANIDAD, sino más bien de España. Y así dice:

 «Reflexión y examen; reflexión sobre nosotros mismos, sobre lo que somos y hemos sido, sobre el alma profunda de España, que nos nutre y sustenta, aunque de ella renieguen algunos» (3). «Sólo así hemos de reanudar el movimiento científico y espiritual de España» (4) y que, «por lo demás, la ciencia de la educación humana lo pide también así» (5).

 Precisamente el mérito de la ciencia y de la educación hispana tradicionales consiste «en que una y otra pusieron al hombre por blanco y objeto preferente de sus cuidados, sacando de las entrañas del humanismo la preocupación y la idea pedagógicas, y dando así lugar a la filosofía propia de España, que es la filosofía de lo humano y de la humanidad» (6).

 «EL PROBLEMA DE LA HISPANIDAD»

 Otro ensayo, breve pero interesante e ignorado totalmente, se debe a la pluma de Juan Francisco Yela Utrilla. También resulta insuficiente, pues se limita a señalar tres notas esenciales de la HISPANIDAD: Desprecio de la muerte por amor de la vida, ausencia de particularismos por ansia de empresa universal, y por último, anonimato en busca de lo trascendente (7). Sin embargo, tiene párrafos tan bellos, que no nos resistimos a copiar algunos. Helos aquí:

 «Nuestra generación o la próxima a ella acaba de acuñar bellamente la palabra HISPANIDAD, cuya hermosura ha provocado en su derredor el vuelo de toda clase de seres animados, desde la industriosa abeja al vagabundo y parásito zángano; todos nos hemos complacido en tocar y manosear la bella creación vocálica hasta ajarla y ponerla en peligro de que degenerase en algo seco y rígido como la misma rastrojera.

 La palabra HISPANIDAD, ya por su forma misma de vocablo abstracto, estaba reclamando a poetas-filósofos y filósofos-poetas, que vertiesen en ella basta hacerla rebosar, la ambrosía de las ideas platónicas, de los eternos e inmutables prototipos de las cosas, jerarquizados bajo el uno y el Bien supremo; HISPANIDAD había de expresar o exprimir el zumo de las más puras esencias hispánicas, había de ser cual forma purísima que transparentase

esas esencias; HISPANIDAD era término que estaba exigiendo la contemplación filosófica, como la sola capaz, de darle sentido adecuado a la multiplicidad de sus posibles dimensiones.

 Precisamente desde el punto de vista filosófico se nos presenta temáticamente la HISPANIDAD como algo del todo virgen, cual selva inmensa por roturar, no obstante lo traído y llevado del vocablo. Se ha pretendido entrar en esa selva preñada de enigmas y encantos sin previa ruta o sendero a través de los corpulentos árboles que la pueblan; se ha llegado a conocer algunos de los gigantes de esa selva y hasta a señalarlos con hitos de exploración futura, pero jamás se ha logrado, ni aun siquiera pretendido, abrir seguro camino cara la entraña y los más profundos escondrijos, donde late la esencia de la HISPANIDAD. Ni aun siquiera se ha jerarquizado la problemática del tema, graduando la serie de cuestiones y los niveles de éstas en su posible adentración o altura hacia la esencia buscada» (8).

 «EL IDEAL HISPANICO A TRAVES DE LA HISTORIA...»

 Mas a pesar de lo mucho que se haya manoseado «la bella creación vocálica», es lo cierto que casi todos los trabajos sobre HISPANIDAD con intención o fundamentación filosófica solo se refieren a la Filosofía de la Historia, en su aspecto providencialista, aplicado a ESPAÑA. Un ensayo de este tipo, verdaderamente estupendo —aunque olvidado o ignorado es «El ideal hispánico a través de la Historia...», debido al sacerdote auténticamente español Enrique González Díaz de Robles (9).

 Se trata de una colección de artículos periodísticos publicados al principio de nuestra GUERRA HISPANICA, y cuyo segundo artículo se titula: «Un poco de historiosofía». En este artículo, contestando a la pregunta: «¿Qué dice la historiosofía?». se afirma que fácilmente nos convenceremos de esta gran verdad: «A todos los pueblos del Universo —como a todos ios individuos— les ha sido asignado por la Providencia un destino particular que cumplir en la Historia» (10). Y, por ende, a toda la HISPANIDAD: «El destino de la Hispanidad es el mismo destino de la catolicidad» (11).

 Este librito, a pesar de que tenga algunos fallos —como el de creer que el 12 de octubre de 1492 «comienza su existencia la Hispanidad» (12), es estupendo porque se remonta por encima de linderos históricos y geográficos ocupándose, entre otras cosas, del hecho de la Hispanidad, del espíritu de la Hispanidad, del ser de la Hispanidad, de la Hispanidad y el mundo actual y, por último, de la Hispanidad y el porvenir. 

«EL DESTINO DE ESPAÑA EN LA HISTORIA UNIVERSAL»

 El tema del destino histórico limitado a España (la palabra HISPANIDAD en este caso no se cita) había sido ya tratado por el padre Zacarías García Villada antes de la GUERRA HISPANICA, bajo el título de «El destino de España en la Historia Universal» (13). Libro interesantísimo, ciertamente, por tratarse de un problema que da funcionalidad a toda la HISPANIDAD.

 El padre Villada dice que dicho destino «está concretado en la defensa y propagación del Reino de Cristo sobre la tierra, que es la Iglesia católica» (14). Y su conclusión, con la que se cierra el libro, es la siguiente: «España, católica oficialmente, será también el brazo del universalismo y de la catolicidad. España atea o laica oficialmente, no será nada y se derrumbará...» (15).

 Lo malo es que la eficacia de este libro ha sido totalmente neutralizada por el mismo padre Villada al poner en entredicho la Tradición de la Venida Santiáguica —y, por supuesto, la Pilarica— a España. Y aunque en este libro la reconozca muy tímidamente cuando dice: «El proyecto del Apóstol (San Pablo) se realizó, efectivamente, y gracias a su predicación, a la de los siete varones apostólicos y (según antigua tradición) a la de Santiago» (16); no puede borrar el desgraciado enfoque que al problema le diera en su monumental «Historia eclesiástica de España» (17), empujando a su negación a todos aquellos historiadores que siguieron sus huellas (18).

 IDEAS PARA UNA FILOSOFIA DE LA HISTORIA DE ESPAÑA»

 Y ya sólo nos queda el trascendental ensayo grandes de la HISPANIDAD, Manuel García Morente, titulado: «Ideas para una filosofía de la Historia de España», del cual nos ocuparemos otro día.

 ****

(1) «¿Qué Pasa?», número 203. 18-11-67.

(2) Dr. P. Torró: «Filosofía de la Hispanidad». 1936. Biblioteca «Paz y Bien», dirigida por los Padres Franciscanos de Valencia. Tipografía Católica Casals. Barcelona.

(3) Id., id. pág. 11.

(4) Id., pág. 12.

(5) Id., id.

(6) Id., págs. 12-13

(7) «Revista de la Universidad de Oviedo». «El problema de la Hispanidad, por Juan Francisco Yela Utrilla. Oviedo. 1941.

(8) Id., id. págs. 6-7

(9) Enrique G. Díaz de Robles: «El ideal hispánico a través de la Historia», Imprenta El Ideal Gallego. La Coruña, 1937.

(10) Id., id., pág. 25.

(11) Id., pág. 73.

(12) Id., id., pág. 28.

(13) Zacarías García Villada. S. J., de la Real Academia Española: «El destino de España en la Historia universal», segunda edición aumentada. Cultura Española. Madrid, 1940.

(14) Id., id., pág. 50.

(15) Id.., pág. 264.

(16) Id., págs. 59-60.

(17) «Historia Eclesiástica de España», tomo I. Madrid. 1929.

(18) Véase «Historia de España», dirigida por Ramón Menéndez Pidal, tomo II. Madrid, 1935. Págs. 447-48.


Revista ¿QUÉ PASA? núm. 205, 2-Dic-1967

 

sábado, 4 de octubre de 2025

Filosofía hispanocéntrica (1)

 Artículo de 1967

  SUGESTIONES PARA UNA FILOSOFÍA HISPANOCÉNTRICA

 Por RAFAEL GIL SERRANO.-Director Central de la Hermandad de Campeadores Hispánicos

 UNA PREGUNTA MUY SENCILLA

 Hace veinte años que se publicaba nuestro primer trabajo sobre HISPANIDAD (1). Y cuando un grupo de chicos y chicas, con ansias de ideales que nadie les podía satisfacer, conoció el libro y nos rogo encarecidamente nos pusiéramos al frente de dicho grupo —que muy pronto cristalizaría en la HERMANDAD DE CAMPEADORES HISPANICOS (H. C. H.)—, uno de aquellos jóvenes nos preguntaba un día: «¿Qué es la Hispanidad?»

 Ante una pregunta tan sencilla —al parecer— nos quedamos perplejos y no supimos responder más que esto: «¡Lo que son las cosas! ¡Tener escrito un libro sobre HISPANIDAD y no saber lo que es la HISPANIDAD...!»

 Naturalmente, aquello no podía quedar así. Cuando se pretende lanzar hacia un ideal —máxime tratándose de la juventud— sin eliminar toda duda que yaya surgiendo en el entendimiento, la conducta y las actuaciones forzosamente han de resultar indecisas, fluctuantes y, en último término, inoperantes, si no contraproducentes, aun en el supuesto de que haya la mejor voluntad por parte del sujeto. Era necesario, pues, resolver aquella duda que nos salía al paso de manera tan inesperada.

 Por consiguiente, nos dedicamos a pensar intensamente y, con la ayuda de Dios, llegamos a encerrar bajo una llave sinóptica unas cuantas ideas relacionadas entre sí y derivadas unas de otras. Y cuando las ideas quedan encerradas de tal modo es muy difícil que haya fuerza humana capaz de destruirlas.

 El resultado fue que el 5 de enero de 1948 clausurábamos la Asamblea Fundacional de la H. C. H. en los locales de la Asociación Cultural Iberoamericana (A. C. I.) (a la sazón en la calle del Pinar, número 5, de Madrid), con una conferencia que titulábamos: «¿QUE ES LA HISPANIDAD?»

 NECESIDAD DE UNA FILOSOFIA

 Ahora bien, cuando dábamos respuesta concreta a la pregunta de nuestro amigo, no solamente dábamos satisfacción total y completa a los anhelos de su espíritu, sino que nos anticipábamos a la solución de una incógnita que todavía, al cabo de tantos años, sigue martilleando en muchas mentes cuando se plantea seriamente y con rigor intelectual. Y no fue eso sólo, sino que, al mismo tiempo, colocábamos la primera piedra de una FILOSOFIA que algunas mentes preclaras venían añorando como algo absolutamente necesario.

 Tan es así que el mismo monseñor ZACARIAS DE VIZCARRA —nada menos que el RE-CREADOR de la palabra HISPANIDAD—, cuando en el prólogo al «Ser y vida del caballero cristiano» de otro de los Grandes de la Hispanidad —MANUEL GARCIA MORENTE—, editado por el Consejo Superior de los Jóvenes de Acción Católica («Ondi jueron los tiempos aquellos— que pué que no güelvan», como dijera el poeta Gabriel y Galán) (2), se expresaba en estos términos:

 «No está ciertamente agotado el tema con estos trabajos, ni es de esperar que por mucho tiempo, se llegue al esclarecimiento de los numerosos problemas que plantean los diversos aspectos teóricos y prácticos de este maravilloso fenómeno étnico, único en la Historia de la Humanidad y de incalculable trascendencia para el porvenir del mundo, que cifra una de sus más sólidas esperanzas en las reservas materiales y espirituales de las veinte naciones hispánicas; pero la divulgación de escritos, tan bien orientados como el que ahora publican los jóvenes de Acción Católica, irá formando sanamente la conciencia colectiva de esta gran familia de naciones y preparará el camino PARA LA CONSTRUCCION DEFINITIVA DE LA FILOSOFIA DE LA HISPANIDAD» (3).

 Y un religioso franciscano, auténticamente hispánico, el padre JUAN BAUTISTA GOMIS, nos decía en cierta ocasión: «Mientras no exista una FILOSOFIA DE LA HISPANIDAD, la Hispanidad estará fluctuando a merced de las circunstancias políticas de cada momento». Y quien decía esto era precisamente el biógrafo de otro franciscano, auténticamente hispánico también que en vísperas de nuestra Cruzada de Liberación había escrito un libro titulado «FILOSOFIA DE LA HISPANIDAD» (4). Se trata del padre Antonio Torró, calificado por dicho biógrafo como «Doctor Eximio de la Hispanidad» (5) y que por si ello no hubiera sido suficiente... «¡Fue Mártir de la Hispanidad!» (6).

 PROYECTO SUGESTIVO

 Mas habrían de pasar muchos años para que llegásemos a tratar pública y específicamente del tema. Y así, el pasado año lo abordábamos precisamente en estas acogedoras columnas de ¿QUE PASA? Y ello no como algo acabado y perfecto, sino más bien como un proyecto sugestivo donde puedan ahondar y descubrir nuevas e interesantes facetas todos aquellos interesados en esta clase de problemas, con tal de que amen fervorosamente a Dios y a España. Y así, bajo el título general de «Sugestiones para una Filosofía de la Hispanidad»

 1. ° Indicábamos el método que seguiríamos: a) Delimitación del significado y alcance de la palabra HISPANIDAD, b) Determinación del punto de arranque. c) Camino que recorreríamos. d) Eliminación de los obstáculos que nos salieran al paso.

 2. ° Definíamos la HISPANIDAD como TODO LO QUE GIRA ALREDEDOR DE LA IDEA DE HISPANIA EN FUNCIÓN DE SU DESTINO PROVIDENCIAL.

3. ° Arrancábamos del hecho de la existencia de HISPANIA, cuyo AUTOR supremo es Dios, quien le ha señalado una FINALIDAD trascendente en la HUMANIDAD, a la cual llamamos DESTINO.

4.° Por último, formulábamos el TRIPODE sobre el cual podía apoyarse nuestra FILOSOFIA: a) HISPANIA existe, b) DIOS es el AUTOR de HISPANIA. c) HISPANIA tiene un DESTINO (7).

 Inmediatamente comenzamos la tarea de eliminar obstáculos, el primero de los cuales era el que había suscitado en ¿QUE PASA?, dos años antes, el entusiasta colaborador de esta revista ROBERTO G. BAYOD PALLARES sobre la conveniencia de sustituir el término «Hispanidad» por el de «Iberidad» (8), a lo que respondió ENRIQUE BELTRAN, oponiéndose (9). Nosotros publicamos los siguientes artículos: «La palabra Hispanidad» (10), «Sustantividad

de la palabra» (11) y «La lucha contra la palabra Hispanidad» (12). Todavía quedaron algunos puntos necesitados de aclaración antes de llegar a una solución definitiva y que pronto dilucidaremos si Dios quiere. 

LA HISPANOSOFIA

 Ahora bien; toda nuestra concepción de la HISPANIDAD se centra en torno de la IDEA DE HISPANIA. Por consiguiente, y a fin de que no pueda confundirse con otras filosofías que se podrían forjar, según el principio de que se arrancase para inquirir y conocer el SER y el PORQUÉ del SER de la HISPANIDAD, de ahí que a nuestra FILOSOFIA de la HISPANIDAD o HISPANOSOFIA la califiquemos de HISPANOCENTRICA.

 Y ahora, al reanudar un tema que para nosotros es esencial en nuestra vida, sólo quisiéramos que nuestras ideas las expresáramos con tal claridad y sugestividad que fueran capaces de entusiasmar a los lectores de buena voluntad de ¿QUE PASA? de manera que se enardecieran hasta hacerlas cristalizar en una VIDA, en una VIDA AUTENTICAMENTE HISPANICA, en una VIDA REALMENTE HISPANOCENTRICA.

 1) Rafael Gil Serrano. «Nueva visión de la Hispanidad». Madrid, 1947. Dos ediciones.

(2) En la poesía extremeña «El Cristu Bendito».

(3) Manuel García Morente. «Ser y vida del caballero cristiano». Conferencias pronunciadas en la Escuela Naval Militar de San Fernando el año 1941. Ediciones Juventud de Acción Católica. Madrid. 1945. Páginas 8-9.

(4) Doctor P. Torró. «Filosofía de la Hispanidad». Biblioteca «Paz y Bien», dirigida por los padres franciscanos de Valencia. Imprenta Católica Casals. Barcelona.

(5) P. Juan Bautista. Gomis. «Doctor y mártir». Biografía del P. Torró, franciscano. Prólogo de García Sanchiz. Madrid, 1942. Página 128.

(6) Id., id. Página 180.

(7) «El trípode filosofal hispánico». ¿QUE PASA?, núm. 144; l-X-66.

(8) «Del Hispanismo al Iberismo, y no Hispanidad, sino Iberidad». ¿QUE PASA?, núm. 41; 8-X-64.

(9) «Hispanidad e Iberidad. Carta abierta a Roberto G. Bayod». ¿Qué PASA?, núm. 47; 19-XI-64.

(10) ¿QUE PASA?, núm. 147; 22-X-66.

(11) Id., núm. 152; 26-XI-66.

(12) Id., núms. 161, 28-1-67, y 162, 4-II-67.


Revista ¿QUÉ PASA? núm. 203, 18-Nov-1967